PAINTINGS/pinturas

Ruby´s Walk to the Park

Passeggiata di Ruby al parco Caminata de Ruby al parque

(ENGLISH) This painting was a long and fun journey: the process of creation was a joy and I was thrilled at every step that I took in its creation.  The first inspiration was the work of Swedish painter Hilma af Klint (1862-1944). She was the first abstract artist but has gone largely unrecognized in art history, and by museum authorities because she was a woman in a man´s world. I examined her work, and I realized that each piece was an in-depth exploration of humanity with a philosophical discourse  about nature, womanhood, and universality.

In the creative process, I first tried to immerse myself in the canvas in a similar way that Hilma af Klint used to enter into the creative energy “flow”: she stood herself on top of a huge piece of paper or canvas and draw on it in a horizontal way… Well, as my canvas was not so big, I worked on my canvas in a horizontal position. I began to flow with a soft black pencil, going into curves, as I thought was the beginning of Hilma´s journey through the series “The Ten Largest” in which she describes the different phases of life, from early childhood to old age.

Title: Ruby´s walk to the park – Passeggiata di Ruby al parco – Caminata de Ruby al parque
Artist: Cristina Baccin  
Medium: Acrylic on canvas 
Size: 18 x 24 in / 45.7 x 61 cm

Her colors in “Childhood No. 2 ” (The Ten Largest, No. 2, Childhood, Group IV, 1907) were a simple palette with light blue, yellow, pink and a bright orange which blooms in a happy and serene atmosphere. Square angles, triangles and little, tiny rectangular shapes pop up from her sketchbooks: in my painting they became my little casitas. In one of those colorful Klint´s shelters, one color is unique: deep purple in a solo performance as a single rectangle. Its meaning became a mystery to me, so, in my painting, it became a pocket, with a key but with no hole to open it. So, who knows if Ruby can guess what´s inside that purple pocket…

The blue, the red and yellow are in pastel nuances, and especially a pale yellow -which represents male-, and sky blue, female from Klint´s perspective. So, I began the mise-en-scène of color blocks with those colors in the departure, along with a bright orange-persimmon color.

The rectangle shelters -or casitas- were hanging from nowhere in Klint´s paintings: I added some kind of technical design of scale (stairs), as if my geometra father were there to trace the steps, and guide Ruby in her walk to the park, as well. From the casita and the stairs, I entered into my favorite time of the week: my walks with Ruby to the park. We take every set of stairs we find, as an adventure in counting the steps in different languages, to end the climbing with a big clap for our achievement. Certainly, for a 2-years-old tiny personita it is like climbing a mountain! So here I hang my favorite escaleritas to Hilma af Klint’s philosophical exploration of childhood and humankind led by the hand of Ruby. 

Then the drafted circles opened their eyes: Ruby’s eyes were on top of my construction: one orange hooded eye stepped into the head of a leprechaun, an Irish elf who came from the lands of her Celtic ancestors. Our leprechaun has no eyes, but a big nose keeps him oriented; in any case, we have still to be attentive to him as recently, he is also following a snail who self identifies as a snail-with-wings-who-flies-toward-the-light (inspired by our professor Racquel Keller). The other Ruby´s eye is observing a pink Abdar, a goddess that Ethiopians brought to the neighborhood to protect our community. This Abdar is guarding the park, with big pool-eyes, trying to teach Ruby about fear. I am not sure that Ruby believes her performance, but she is delighted with her naiveté. 

“El PerSimón”, a fish-spa, waits for tired fishes who need to take a break from stressful life: a shark -who was a troublemaker in Gabriel’s paintings, one of my classmates at Montgomery College- landed in Ruby´s spa with a friend.  Now, he is fantastically relaxed and maybe he leaves our friend Gabriel´s painting in peace (at least, onhis way to the spa, he lost his big teeth…!)

Then, a little animal with two legs, some kind of wings, and a beak is trying to catch our attention! Anything like that is a “cua-cuá” in Ruby´s park.

Garlands hang in homage of Klint´s spirals becoming part of a casita-piñata celebrating Ruby´s Mexican legacy, as well. 

Lots of water, air and suns are on this walk to the park. In this journey with Hilma af Klint by the hand of Ruby, I learned that life can be brighter if we keep tenderness in our hearts.. Let´s look for more magical walks!

Short Video: Ruby´s Walk to the Park / Passeggiata di Ruby al parco / Caminata de Ruby al parque

(ESPAÑOL) El proceso de creación de esta pintura fue un largo y divertido viaje. Mi inspiración fundacional fue la obra de la pintora sueca Hilma af Klint (1862-1944). Ella fue, en realidad, la pionera del arte  abstracto, pero no ha sido reconocida suficientemente en la historia del arte así como por las autoridades de museos fundamentalmente porque era mujer en un mundo predominantemente dominado por hombres. Su trayectoria en el recorrido abstracto fue una exploración filosófica sobre la humanidad, sostenida por un discurso que incluye naturaleza, femineidad y la búsqueda de universalidad. 


En mi proceso creativo, inicialmente traté de sumergirme en el lienzo en modo similar a cómo Klint entraba en el flujo de energía creativa: ella se colocaba encima de un enorme pedazo de papel o lienzo y dibujaba de manera horizontal. Como mi lienzo no era tan grande, no me paré sobre él, pero lo trabajé horizontalmente. Dejé fluir un suave lápiz negro sobre la superficie, entrando en curvas, ya que así era el comienzo del viaje de Hilma a través de la serie “The Ten Greatest” (Los diez más grandes) donde describe las diferentes fases de la vida, desde la primera infancia hasta la vejez.

En “Childhood No.2 ” (The Ten Largest, No. 2, Childhood, Group IV, 1907) sus colores se basaban en una paleta simple con celeste, amarillo, rosa y un naranja brillante que florece en un ambiente alegre y sereno. Cuadriláteros y triángulos surgen de sus cuadernos de bocetos: en mi pintura se convirtieron en “casitas”. En uno de esos coloridos refugios de Klint, un color resulta singular: un púrpura profundo cuya actuación solitaria resulta inquietante. Su presencia es misteriosa por lo cual, en mi pintura, se convirtió en un bolsillo con una llave pero sin cerrojo. Quizás Ruby pueda adivinar qué esconde ese bolsillo púrpura…

El azul, el rojo y el amarillo están compuestos en tonos pastel: desde la perspectiva de Klint, el amarillo representa masculinidad y el celeste, femineidad. Con esos colores básicos, inicié la puesta en escena de esos bloques de color y también un naranja-persimón brillante.


En las pinturas de Klint, los refugios rectangulares -o casitas- cuelgan de la nada. Yo les agregué scale en esbozo de diseño técnico, como si mi geómetra padre hubiera trazado los escalones y también guiado a Ruby en su paseo al parque. Así, desde las casitas y las escaleras, entré en mi momento favorito de la semana: mis paseos con Ruby al parque. Las escaleras son un punto de aventura para contar los escalones en diferentes idiomas y culminar el escalamiento con un gran aplauso por nuestro logro. Ciertamente, para una personita pequeña de 2 años, ¡es como escalar una montaña! Así “cuelgo” mis escaleritas favoritas a la exploración filosófica de Hilma af Klint sobre la infancia y la humanidad de la mano de una niña de dos años, Ruby.

 
De allí, los círculos en lápiz negro abrieron sus ojos; los ojos de Ruby ahora están encima de mi construcción: un ojo con capucha anaranjada se subió a la cabeza de mi leprechaun, un elfo irlandés proveniente de las tierras de sus antepasados celtas. Nuestro elfo no tiene ojos, pero una gran nariz lo mantiene orientado; de cualquier modo, todavía hay que prestarle atención, ya que recientemente, está siguiendo a un caracol que se identifica como caracol-con-alas-que-vuela-hacia-la-luz (inspiración de nuestra profesora Racquel Keller). El otro ojo de Ruby observa un Abdar rosa, una diosa que los etíopes trajeron al vecindario para proteger el vecindario; el Abdar con grandes ojos de agua protege desde el parque y trata de enseñarle a Ruby cómo es el miedo. No estoy segura de que Ruby crea en su actuación, pero está encantada con su ingenuidad.

“El PerSimón”, un spa para peces, espera a los peces cansados que necesiten un descanso de la vida estresante: un tiburón -que era un alborotador en las pinturas de Gabriel, uno de nuestros compañeros de clase en el Montgomery College- aterrizó en el spa de Ruby con un amigo. Ahora, está fantásticamente tranquilo y tal vez deje a nuestro amigo Gabriel pintar en paz (al menos, en su camino al spa, el perdió sus grandes dientes…!)

Un pequeño animal con dos patas, algún tipo de alas y pico está tratando de llamar vuestra atención! Un ser viviente con esta estructura es un “cua-cuá” en el parque de Ruby.

Unas guirnaldas se mecen en homenaje a las espirales de Klint como parte integral de una casita-piñata en celebración del legado mexicano de Ruby. Agua, aire y soles sostienen este paseo al parque. 

En este viaje con Hilma af Klint de la mano de Ruby, recordé que la vida puede ser más brillante si aún mantenemos la ternura en nuestros corazones. ¡Por más paseos mágicos!

(ITALIANO) Questo dipinto è stato un lungo e divertente viaggio. La prima ispirazione è stata il lavoro della pittrice svedese Hilma af Klint (1862-1944) chi fu la prima artista astratta, ma non riconosciuta nella storia dell’arte e dalle autorità dei musei in gran parte perché era donna in un mondo da uomini. Ognuna delle sue opere era un’esplorazione approfondita dell’umanità sostenuta da un discorso filosofico sulla natura, la femminilità e l’universalità.

Nel processo creativo, ho cercato d’immergermi nella tela in modo simile a ciò che Hilma af Klint usava per entrare nel “flusso” di energia creativa: disegnava in piedi, su un enorme pezzo di carta o di tela orizzontale, sul pavimento. Poiché la mia tela non era così grande, ci ho lavorato in posizione orizzontale su un tavolo. Mi sono lasciata fluire con una morbida matita nera in mano, circolando in curve, come pensavo fosse l’inizio del viaggio di Hilma attraverso la serie di “The Ten Largest” in cui descrive le diverse fasi della vita, dalla prima infanzia all’anzianità.

In “Childhood No.2 ” (The Ten Largest, No. 2, Childhood, Group IV, 1907) i suoi colori erano una tavolozza semplice con azzurro, giallo, rosa e un arancio-caco brillante che fiorisce in un’atmosfera gioiosa e serena. Quadrilateri, triangoli e piccole, minuscole forme rettangolari spuntano dai suoi quaderni: nella mia pittura sono diventati le mie piccole casitas.

In uno di quei colorati rifugi di Klint, un colore è unico: viola intenso la cui performance solitaria è inquietante. La sua presenza è misteriosa e quindi, nel mio dipinto, è diventata una tasca con una chiave ma senza serratura. Forse Ruby possa indovinare cosa nasconde quella tasca viola…

Il blu, il rosso e il giallo sono in sfumature pastello e soprattutto un giallo pallido -che rappresenta il maschile-, e celeste, il femminile dalla prospettiva di Klint. Così ho iniziato la messa in scena di blocchi di colore con quei toni dalla partenza, insieme a un arancione-persimmone.

Nei dipinti di Klint i rifugi rettangolari -o per me, casitas – erano appesi dal nulla, così ho aggiunto una sorta di disegno tecnico di scale come se mio padre geometra fosse lì per tracciare i gradini, e guidare pure Ruby nella sua passeggiata al parco. Dalla casita e le scale sono entrata nel mio momento preferito della settimana: le mie passeggiate con Ruby al parco. Prendiamo le scalinate che troviamo nel percorso al parco, come un’avventura per sé nel contare gli scalini in diverse lingue, per finalizzare l’arrampicata con un grande applauso per essere arrivate al traguardo. Certo, per una piccola personita di 2 anni è come scalare una montagna! Così qui “appendo” queste scale dall’esplorazione filosofica di Hilma af Klint sull’infanzia e l’umanità guidata dalla mano di Ruby. 

Poi i cerchi abbozzati aprirono gli occhi. Gli occhi di Ruby erano sopra la mia costruzione: un occhio con un cappuccio arancione scalò sulla testa del mio leprechaun, un elfo irlandese che proviene dalle terre dei suoi antenati celtici. Il nostro folletto non ha occhi, ma un grande naso lo mantiene orientato; in ogni caso, dobbiamo ancora stare attenti perché, di recente, sta anche seguendo una lumaca che si identifica come lumaca-con-ali-che-vola-verso-la-luce (ispirazione della nostra prof.ssa Racquel Keller :). L’altr’occhio di Ruby osserva un Abdar rosa, dea che gli etiopi hanno portato in quartiere per proteggere la comunità. Questa divinità dagli occhi d’acqua sorveglia dal parco, cercando d’insegnare a Ruby la paura benché non sia sicuro che Ruby creda alla sua performance, ma è piuttosto perplessa per la sua ingenuità. 

“El PerSimón”, un centro benessere per pesci, aspetta i pesci stanchi che hanno bisogno di prendersi una pausa dalla vita stressante: uno squalo -che era un piantagrane nei dipinti di Gabriel, uno dei miei compagni di classe al Montgomery College- è atterrato nella spa di Ruby con un amico.  Ora, lui è fantasticamente rilassato e forse lasci la pittura del nostro amico Gabriel in pace (almeno, sulla strada per la spa, ha perso i dentoni…!)

Poi, un piccolo animale con due gambe, una sorta di ali e un becco sta cercando di catturare la vostra attenzione! Una cosa del genere è un “qua-quá” nel parco di Ruby.

Delle ghirlande -omaggio alle spirali di Klint- si dondolano dalla casita-piñata che celebra  l’eredità messicana di Ruby. Acqua, aria e vari soli contengono questa passeggiata al parco. In questo viaggio con Hilma af Klint per mano di Ruby, ho ricordato che la vita può essere più luminosa se teniamo ancora tenerezza nei nostri cuori. Per molte altre passeggiate magiche!

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